Un concepto nazi en nuestra Alemania neo-liberal??? JUAT!?

Su único deseo era salir embarazada. Si los de migración se dan cuenta de eso ya no la deportarían, ni le harían nada, pensaba ella. Desde aquella noche en Le Farot no dejaba de pensar en eso. La carta del departamento de extranjería le había llegado hace menos de 3 días justo empezando sus días fertiles.


El tiempo es ingrato así que desde esa noche de fiesta, se recostaba con las piernas para arriba cada vez que tenía sexo con el "de turno"; con el que le hacía el favorcito. Un fan de toda la vida.
- Pero te estás cuidando, no mi amor? Sino, sólo la puntita no más tu ya sabes...
- Si papi, cómo te voy a mentir? Estoy tomando la píldora, mira! cómo te voy a mentir? disfruta no más! 
Acto seguido, un orgasmo fingido.
"Si mi hijo nace aquí entonces será alemán y podremos quedarnos aquí"

La carta, esa carta con la figurita del águila, la acusaba de estafar al estado alemán con una Scheinehe o "matrichi" arreglado. Claro, algún día sospecharían que ésta africana preciosa de 19 veranos kenianos y 4 inviernos alemanes, no iba a casarse con un hombre casi centenario. La cogió la batida en una disco africana. Las malas lenguas dicen que su ex de Nigeria fue el soplón del asunto; Vivett ya no quería más nada con él pues sus excesivas propuestas de matrimonio tras tan sólo dos meses de enviudarse, hacían sospechar de los sentimientos afri-amorosos de Amstrong.
"El amor de mi visa ya lo tuve; ahora no quiero tener problemas con la ley. Ya suficiente la he burlado desde que pise tierra en la península esa... no quiero ni recordar cómo llegué allá, y luego aquí. No quiero arriesgar mi permiso de trabajo, la ayuda del estado que me dan por el simple hecho de ser viuda de Schmidt. No quiero perder todos estos beneficios! Pero el que no la debe, no la teme, hasta ahora todo anda bien, no hay manera que me perturben".

Lo que si todos sabemos es que politic kills. No es ni Gringolandia ni Francia: si tu hijo nace ahi, es automáticamente oriundo, con todos los derechos de un ciudadano de primera clase. Que si no tiene sangre alemana, entonces no será alemán, en el caso de ser hijo de dos extranjeros o dos ciudadanos de segunda en un país de primera, en un país desarrollado. Ni la transfusión de sangre cambiará ese concepto viejo que huele fuerte al gran Führer.