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miércoles, 2 de septiembre de 2009

Entre tés de menta tésis a la marroquí

Es miércoles por la tarde y Hisham se aproxima al café en el cual se encuentra con sus otros compatriotas de Marruecos. Unos de Fez, otros de Casablanca, y raramene de Rabat. Todos hombres, pues a sus encuentros cafeísticos no se puede acercar ninguna mujer, y mucho menos si es la pareja. Hashim lleva su laptop al encuentro porque va después de la universidad. Aunque no esudia informática ni ingenería, la necesita porque ya lleva haciendo su tésis hace 4 meses sobre la economía y el intercambio comercial entre Marruecos y Alemania, aunque el estudia Filología alemana, pero cree que con economía llegará más lejos. (Otra cosa es que los profesores reconozcan el trabajo como lo suficientemente linguístico o literario) Inshallah.



Es impresionante como afirman muchos estudios que los hombres no hablan mucho por naturaleza; toda hipótesis alzada en ese nombre se puede desechar en un dos por tres, siempre y cuando se trate de marroquís. No dejan ni si quiera una pausita de 2 segundos para cambiar de tema o seguir con el mismo. Al irse del café en donde son caseritos este grupo de hombrecitos, Hisham se olvida su Laptop en una de las sillas de tanta emoción porque pronto verá a los suyos. Camino a casa se da cuenta pero vuelve al café depués de 10 min. de haberlo abandonado. Hamdulillah! Alleluja! Su companhera de trabajo, su habibi - laptop, seguía en el mismo café, y había sido llevada adentro por una de las meseras. Hubiera sido muy malo que se hubiera perdido, pues Hisham se va de vacaciones a su queridísima Fez, una de las ciuades más bonitas y conocidas de Marruecos en donde quiere continuar y seguir puliendo su tésis. Ya lleva 60 páginas de 90.

Ay que rico, disfrutando del sol, saboreando comidas que su abuela prepara, potajes que sólo su madre sabe hacer, frutas frescas. Al día siguiente Hisham se encuentra con sus demás amigos, de los 2 o 3 que quedan o de los muchos que vuelven en esa época del anho a la patria, jóvenes académicos, muy bien preparados, todos viviendo en Francia, Holanda, Bélgica, Espanha y Alemania en su mayoría, sin quitar a la minoría en Estados Unidos.



Como es de costumbre se van a gastar los euros, convertidos ya en Dirhams a uno de las cafés más lindos, cómodos, modernos y a la vez tradicionales, con aire acondicionado para remediar ese calor insoportable que ese lado de Àfrica sabe ofrecer. Se repite la historia de conversaciones sin pausa pero esta vez con té de menta fresco, con té de menta de verdad. Los amigos se van y el estudiante de Filología se dispone a quedarse un par de horas más a trabajar en su tésis. Las necesidades llaman y Hisham va al banho. En su apuro y alegría de volverse a ver con sus amigos del colegio se olvida de pronto que está en Marruecos, se olvida que no está en el cafecito europeo y deja esperando a su laptop.

Scheisse! No sabía si llorar o reir, no sabía si apenarse por lo que acababa de cometer, o decirse a sí mismo es tú culpa... no sabía si era más importante la laptop o la tésis, obviamente la tésis. Ya no importaba ya, las 2 ya no estaban. Ya iba en 80 páginas y además corregidas y aumentadas. Cinco meses en vano pero no le queda otra que volver a escribir... entre tés de menta y la tésis.
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